La sífilis es una infección crónica causada por la espiroqueta Treponema pallidum , principalmente de transmisión sexual, aunque en ocasiones es congénita. Los grupos de riesgo incluyen a personas sexualmente activas, usuarios de drogas intravenosas, pacientes con VIH y hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. La penicilina sigue siendo el tratamiento principal. La sífilis progresa en tres etapas:
– La sífilis primaria aparece aproximadamente 3 semanas después de la infección, con un chancro indoloro que cicatriza espontáneamente.
– La sífilis secundaria se presenta en pacientes no tratados con síntomas sistémicos y erupciones características.
– La sífilis terciaria se desarrolla años después y puede causar sífilis cardiovascular, neurosífilis y lesiones gomosas.
La sífilis cardiovascular implica aortitis de la aorta ascendente, lo que conlleva dilatación, insuficiencia de la válvula aórtica y formación de aneurismas por endarteritis de los vasa vasorum. Los síntomas suelen aparecer entre 15 y 30 años después de la infección. La neurosífilis puede causar cefaleas, pérdida de visión, accidentes cerebrovasculares y deterioro cognitivo. La sífilis gomosa causa lesiones nodulares en la piel, los huesos y las mucosas, especialmente en pacientes con VIH.